enero 20, 2012

Hegel también intentó escribir cartas de amor.

"Querida María
te recuerdo lo que me has prometido: curarme de la desconfianza que en mi ánimo queda de poder estar contento y reconciliar mi verdadera intimidad con los modos y maneras con que yo -demasiado frecuentemente- me comporto con la realidad (...) creo que tienes fuerzas para hacerlo, y estas fuerzas tienen que residir en nuestro amor. El matrimonio es esencialmente un vínculo religioso. El amor necesita para su plenitud algo más elevado que lo que él es en sí mismo y para sí mismo. La satisfacción completa, lo que suele llamarse ser plenamente feliz, sólo la religión y el sentimiento del deber pueden darlo porque ellos son los que eliminan las particularidades del yo temporal que podrían causar perturbaciones en la realidad, realidad que sigue siendo algo incompleto y que no puede ser considerado como lo último, pero que, sin embargo, es donde debiera estar lo que se llama felicidad terrena."


Estos sistemáticos, metódicos, dialécticos...

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